Si buscas una experiencia que condense la esencia salvaje y verde del Valle de Arán en un recorrido amable y espectacular, la ruta circular de la Artiga de Lin es tu destino ideal. Con una distancia aproximada de 3 kilómetros y un desnivel suave, este itinerario es considerado uno de los paseos más bellos de los Pirineos, perfecto para realizar con niños, en pareja o para quienes desean disfrutar de la alta montaña sin grandes exigencias físicas.

La ruta comienza sumergiéndote en un anfiteatro natural de imponentes montañas. Comenzamos en el parking que hay junto al refugio de Artiga de Lin.

Aquí, el paisaje se abre completamente, ofreciendo vistas panorámicas de las cumbres del Malh des Pois y la Maladeta.

El sendero, bien señalizado y mantenido, te dirige primero hacia el gran protagonista del valle: la cascada de Uelhs deth Joeu (Los Ojos de Júpiter/Diablo). Aquí serás testigo de un fenómeno geológico fascinante: las aguas del deshielo del glaciar del Aneto, que desaparecen en el Forau d’Aigualluts (en el valle vecino de Benasque), recorren 4 kilómetros bajo tierra para brotar violentamente entre las rocas en este punto, creando una cascada de fuerza y belleza hipnotizante. El estruendo del agua y la frescura del ambiente crean una atmósfera vibrante.

El primer tramo de 1 km es practicamente llano y poco a poco nos adentramos en el bosque donde empezamos a oir el sonido de la cascada. El último tramo hasta llegar a la cascada es através de unas escaleras y pasarelas de madera. Una vez en la cascada cruzamos el puente para contemplarla en toda su magnitud.

Tras admirar la cascada, el camino continúa ascendiendo ligeramente a través de la carretera y en apenas 1 km, la ruta te llevará hasta el Refugio de la Artiga de Lin.

 Es el lugar perfecto para descalzarse, hacer un picnic y dejar que la vista se pierda en el verde intenso de los prados alpinos. Esta ruta no es solo una caminata; es una inmersión total en el corazón hídrico y forestal del Valle de Arán.