La ruta a la ermita de San Adrián desde el túnel de Lizarraga es una excursión sencilla y muy panorámica, ideal para disfrutar de los paisajes del Parque Natural de Urbasa y Andía.

El punto de partida se encuentra en el aparcamiento junto a la Venta de Lizarraga, justo antes de atravesar el túnel si subimos desde Estella-Lizarra. Desde aquí, tomamos un camino a la izquierda que comienza tras pasar un paso canadiense. El sendero discurre suavemente entre praderas y hayedos, sin grandes dificultades, permitiéndonos disfrutar del entorno natural. A medida que avanzamos, el camino nos regala vistas espectaculares del valle de Ergoiena, con el imponente Monte Beriain al fondo.

Después de recorrer unos 4 km, llegamos a un cruce donde encontramos un desvío a la izquierda que conduce a la calzada romana de Zaldibe, pero lo ignoramos y seguimos recto. Aproximadamente 200 metros después, unas marcas pintadas en una roca nos indican un giro a la derecha, donde tomamos una senda que nos llevará directamente hasta la ermita de San Adrián.

La duración del recorrido es de aproximadamente una hora en cada sentido, por lo que es una ruta accesible para toda la familia, incluidos niños pequeños. Sin embargo, hay que extremar la precaución en el tramo final, ya que la ermita se encuentra en el borde del cresterío de Urbasa, desde donde se pueden contemplar unas vistas impresionantes del valle de Ergoiena, el Monte Beriain, la sierra de Aralar y la majestuosa silueta de Aizkorri.

La vuelta la haremos por la parte superior del cresterío hasta llegar a la cueva y arco de Portupekolece,  una impresionante formación rocosa que hace de puente natural.

Esta ruta es perfecta en cualquier época del año, aunque especialmente recomendable en primavera y otoño, cuando el bosque luce en todo su esplendor.

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