La ruta al Saldo de Escarrilla es una de las excursiones más accesibles y sorprendentes del Valle de Tena, ideal para una salida corta pero cargada de belleza natural. El punto de inicio se sitúa en un pequeño parking de tierra a la izquierda de la carretera, justo a la salida del pueblo de Escarrilla en dirección a Panticosa, antes de atravesar el túnel. Desde este punto, comienza una senda bien marcada que, en apenas unos minutos, nos sumerge en un entorno de gran encanto.

El primer tramo transcurre por zonas boscosas, acompañados en todo momento por el sonido del agua. A medida que avanzamos, la vegetación se vuelve más densa, creando un ambiente fresco y muy agradable, especialmente en los meses más cálidos. Cuando llevamos 1,5 Km aproximadamente llegamos a una puerta metálica en la que giraremos a nuestra derecha. Hasta aquí el terreno era en subida y poco a poco el terreno se suaviza hasta bajar a la cascada.

Tras aproximadamente 1 hora de caminata, llegamos al Saldo de Escarrilla, una espectacular cascada que se descuelga por un escarpe rocoso rodeado de vegetación. El entorno es sobrecogedor: una mezcla de frescor, rumor de agua y el verde vibrante de los árboles que arropan el salto. Es un lugar ideal para hacer una parada larga, disfrutar del paisaje y, si te gusta la fotografía, capturar una de las estampas más fotogénicas de la zona.

La ruta al Saldo de Escarrilla es una joya escondida entre las montañas pirenaicas. Su facilidad de acceso, la belleza del entorno y la recompensa visual del salto de agua la convierten en una parada imprescindible si estás recorriendo el Valle de Tena. Una excursión breve, sencilla y absolutamente recomendable.